Por Héctor Miguel Calderón H-K’inyah.
D. R. por el autor 2011.
"La Relación de las Cosas de Yucatán, de Fray Diego de Landa, es un documento importante que nos queda, escrito por un testigo, que a la vez fue el actor principal del Auto de Fe de Maní con que se puso final a la cultura maya.
Landa llegó a Yucatán en 1549 y en 1552 fue designado guardián mayor del Convento de Izamal. Allí, seguramente, tuvo sus primeros contactos con algunos descendientes de los señores mayas y posiblemente con el mismo Juan Cocom, que fue quien le transmitió, a través de los años, la gran parte de la información que consignó en su Relación. Así lo dice en la misma, cuando relata “Que el sucesor de los Cocomes, llamado Don Juan Cocom, después de bautizado, fue hombre de gran reputación y muy sabio en sus cosas y bien sagaz y entendido en las naturales; y fue muy familiar del autor de este libro, fray Diego de Landa, y le contó muchas antigüedades y le mostró un libro que fue de su abuelo, hijo del Cocom que mataron en Mayapán, y en él estaba pintado un venado; y que aquel su abuelo le había dicho que cuando en aquella tierra entrasen venados grandes, que así llamaban a las vacas, cesaría el culto de los Dioses; y que se había cumplido porque los españoles trajeron vacas grandes.”
No fue don Juan Cocom la única fuente con que contó Landa, pero indudablemente fue el más versado y podemos suponer que, en lo relacionado con el calendario, de él procede la información.
En 1561, Landa fue electo Provincial y en Junio de 1562 llevó a cabo la brutal masacre en que los colgados y atormentados sumaron 4,549 personas, se ensambenitaron 84 y se penitenció, azotó, trasquiló y penó con penas pecuniarias a 6,330. Los que lograron escaparse huyeron a los montes, y otros se ahorcaron por su propia mano, como don Lorenzo Cocom, señor de Zotuta. Se destruyeron en el Auto de Fé 5000 ídolos, 13 piedras grandes que servían de altares, 27 códices y 197 vasos pintados de todas dimensiones.
El escándalo provocado por este holocausto produjo una reacción entre el propio clero y las autoridades civiles y Landa tuvo que salir de Yucatán, habiendo sido sustituido por fray Francisco Toral en 1563 y desterrado a España.
Se supone que, durante el destierro (1566-1573) fue cuando Landa escribió la Relación y que trajo consigo el documento al regresar a Yucatán en 1573 como segundo obispo de la Provincia. A la edad de cincuenta y cinco años, murió en Mérida, en el año de 1572.
Para apreciar sobre la confiabilidad de los datos contenidos en la Relación, debemos situarnos en los años de 1563 a 1566 en que se supone que recolectó Landa la información para su libro. Acababa de ocurrir el Auto de Fé de Maní y, obviamente, ni Juan Cocom, ni otro alguno de los informantes, podía correr el riesgo de que se le enviase al patíbulo por seguir practicando los ritos de sus antepasados, o por estar sospechosamente bien enterado del calendario, calificado por el propio Landa como cosa del demonio. Por eso, los informantes deben haberse limitado a entregarle al obispo algunos viejos documentos, simulando en muchos casos mayor ignorancia de la que realmente tenían. De ahí que la Relación esté plagada de inexactitudes, agravadas por la incomprensión del propio Landa y su tratamiento despectivo, superficial y fraccionario del tema.
En ninguna parte de la relación explica la Cuenta Larga, la Rueda de Calendario, los Ahaukatunes, ni mucho menos los cómputos astronómicos de los mayas. Todo eso se ha tenido que descubrir en otros documentos y en las inscripciones. Más aún, Landa consignó auténticas falsedades, ya sea por su ignorancia o por una deliberada ocultación de sus informes. Así, al entrar en la explicación del calendario, dice:
" ... Con las letras de los indios puestas atrás, ponían nombres a los días de sus meses y de todos los meses juntos hacían un modo de calendario, con el cual se regían así para sus fiestas como para sus cuentas, tratos y negocios, como nosotros nos regimos con el nuestro, salvo que no comenzaban su calendario el día primero de su año, sino muy adelante, lo cual hacían por la dificultad con que contaban los días de los meses, todos juntos ... porque aunque las letras y días para sus meses son 20, tienen costumbre de contarlas desde una hasta 13. Tornan a comenzar de una después de las 13, y así reparten los días del año en 27 treces y 11 días sin los aciagos..."
Aquí aparece el primer error, ya que en realidad son 28 trecenas y sobra un día, o 27 y sobran 14, pero no 11.
Por los comentarios que hace Landa de lo que califica como "retruécanos y embarazosa cuenta... que, aunque son para ellos curiosas, no nos hacen aquí mucho al propósito..." nos percatamos de que no entendió el mecanismo interno del calendario maya. Así, no nos extraña que afirme que contaban los bisiestos, cosa absurda, pues implicaría el deslizamiento de los "cargadores" o "portadores" cada cuatro años y sabemos perfectamente que únicamente hubo dos deslizamientos en espacio de cerca de mil años.
Tampoco diferenció Landa los tunes de los haabs, ni describió los ah-toc y se equivocó en los rumbos de los portadores, haciendo principiar la cuenta con MULUC cuando los chilames coinciden en que la cuenta empieza con KAN al oriente.
Ahora bien, lo más trascendental es el calendario romano y yucateco que copió de algún manuscrito que probablemente le entregó Don Juan Cocom alrededor de 1562. Landa lo trata como si fuese un calendario permanente, válido para todos los años y hasta llega a afirmar que " ... el primer día del año de esta gente era siempre a 16 días de nuestro mes de julio, y el primero de sus meses (era) Poop ..." Efectivamente, en el calendario que presenta, el día 1 Poop aparece coincidiendo con el 16 de julio. El obispo no se percató de que se trata únicamente del calendario para un haab 12 Kan y que, después de éste, siguen otros años (13 Muluc, 1 Hiix, 2 Cauac, 3 Kan, 4 Muluc, etc.) en los cuales la correspondencia con los días cristianos va cambiando y también la fecha en que empieza 1 Poop.
Gracias a nuestro programa de computación podemos aclarar el año exacto para el cuál fue válido el calendario concordado de Landa: se trata del haab 12 Kan del 9 Ahaukatún de la Rueda 16. Por lo tanto, es el haab que empieza el 26 de Agosto de 1553 (gregoriano), de acuerdo con la Correlación Dzíbil para los ahaukatunes. No es sino hasta el lapso entre 1676 y 1679 cuando los haabs empezaron el 16 de Julio (juliano), por lo que resulta inexplicable que Landa informe que ese día, invariablemente, empezaba el haab en su tiempo. La única hipótesis que podemos adelantar es que haya confundido el principio del haab con la medición del paso del sol por el cenit, que en la latitud de Mérida, sucedió muy cerca del 16 de Julio (sobre todo el año bisiesto) alrededor del año 1500. Como esta observación servía para ajustar el calendario maya, es probable que Landa la haya interpretado erróneamente como el principio de los haabs.
En cuanto a los datos históricos y mitológicos, no solamente omitió Landa cualquiera referencia a fechas mayas, sino que tampoco aventuró un cálculo de los años transcurridos, excepto al hablar de la destrucción de Mayapán. Aquí confirmamos que esta información procede de Don Juan Cocom, ya que sus antepasados fueron los señores de esa ciudad.
En el Capítulo IX dice que habían pasado 120 años de la destrucción y despoblamiento de Mayapán, pero en el Capítulo X los aumenta a 125 y los cuenta así:
“...22 ó 23 años de abundancia, después del abandono de Mayapán; un gran ciclón; 16 años buenos; una gran peste; 16 años de guerras y conflictos; 20 años de relativa paz; otra gran peste de granos; 50 años para llegar a tiempo presente (sin decir en qué año está). Total, 125 años. Gracias a la Correlación de las fechas del Chilam Balam, que hemos hecho, podemos precisar que Mayapán fue derrumbada entre 1392 y 1416, el ciclón ocurrió alrededor de 1439, la primera peste en 1455 la segunda en 1488 y que probablemente las fechas se calcularon hasta 1541, por ser esta la fecha de la Batalla de San Bernabé y la fundación de Mérida. Por lo demás, no deja de inquietar que Landa les asigne 20 años a los katunes. No sabemos si se refiere a haabs o a tunes; pero en cualquier caso está equivocado, como ya lo argumentamos en otra parte.
Al revisar, a estas alturas, la Relación de Landa, no podemos menos que admirar el tenaz esfuerzo de los investigadores del siglo pasado y del actual, para descubrir e interpretar el calendario maya. Ante la fuerza de la evidencia recolectada por estos eminentes sabios, queda la Relación de Landa como baldón de quien no solamente destruyó los códices y eliminó a los sabios que los escribieron, sino también erigió una muralla de confusión y malos entendidos que impidió por mucho tiempo el esclarecimiento del maravilloso mecanismo cronológico de nuestros antepasados."
A continuación recomiendo leer sobre 13 lunas que no es correcto:
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