Por Sergio Calderón C.
En 1492 llegan a este continente los
europeos, pensando que serían las Indias, de las cuales ya se tenían
noticias en Europa por medio de algunos aventureros tales como Marco
Polo y comandados por un visionario adelantado al promedio mental en
Europa, quien pudo convencer a los reyes católicos de patrocinar su proyecto,
el cual comprobaría que nuestro planeta es redondo; era Cristóbal Colón, quien
tuvo que acompañarse de bandidos extraídos de cárceles diversas y de uno que
otro marino aventurero.
Tras una serie de continuas
excursiones, se topan con el mazo continental, pues el consentimiento y
patrocinio del reino de Castilla fue dado y después de tener información
falseada, la decisión era el conquistar una gran cantidad de tierras llenas de
salvajes. Los reyes católicos originalmente habían dado la orden de que
en el caso de encontrar pueblos organizados y civilizados hicieran alianzas,
pero, si encontraban salvajes idólatras y que hicieran sacrificios humanos,
entonces, podrían hacer lo que juzgaran conveniente; ¿qué fue entonces lo que
tuvieron que inventar estos aventureros, ávidos de poder y riqueza?, pues,
aquello que tendría contentos a sus reyes. Esta es la causa por la cual creemos
que los famosos sacrificios humanos que nos han inculcado son falsos y además
sembrados en códices de la época colonial manipulados por estos incultos
invasores, una triquiñuela política para ser favorecidos.
Hasta la fecha, nunca supieron a dónde habían llegado en
realidad; no pudieron comprender el avance científico de estos pueblos a
los que creyeron salvajes por el hecho de no andar vestidos a la usanza de los
pueblos nórdicos del planeta, ya que aquí el clima es otro y más en las costas.
Ellos a duras penas comenzaban a aceptar que la Tierra es redonda, mientras que
900 años antes de su llegada, tenemos fechado un documento científico, el cual
tenía que haberse desarrollado, mínimo algunos cientos de años antes; este
llegó, por azahares del destino a la ciudad alemana de Dresden, del que adoptó
su nombre y en él encontramos la Tabla de Venus, con fecha de inicio 9.9.16.0.0, 4 AHAU, 8 KUMK’UH, que
corresponde a Marzo 1 juliano o 4 Gregoriano, del año 629 d. C., según la Constante
Sincronológica 584300 de Sergio Ch’eh keh Calderón y por cierto, día de Eclipse
Solar. Esta fecha era muy significativa astronómica y ritualmente hablando, por
estarse cumpliendo 72 vueltas de BUK’ SHOK, ciclos de 52 HAABS de 365 días sin
bisiestos (18,980 días), en que se repiten fechas de KUCH K’INIL y HAAB, (73
ciclos de 260 días = 18,980), esto, a partir del inicio de esta rueda de Cuenta
Larga, que se había iniciado 3743 años antes. Y regresando seis años antes, a
donde nos remite el texto del códice, estuvo cerca del onomástico número 20 de
MAK’IN AK ULUL CHIK’ULIL, hoy rebautizado como PAKAL VOTAN, en el 1 AHAU, 18 K’AYAB,
en el año 623, llevaba cerca de 8 años de gobierno, ya que desde los 12 fue
nombrado MAK’INAK. Esto me parece extraordinario y es señal de que nos hemos
acercado a los eventos que los mayas registraron, a la cuenta correcta. Posiblemente
esta tabla de Venus, fue creada por él mismo, como una especie de tesis
astronómica para la Universidad de BÁALAM KAN (Palenque).
Algunos años adelante, tenemos
otra de las tablas astronómicas que constituyen este códice, exactamente en una
fecha maya con diferencia de más de 126 años entre el comienzo de una y la otra
(9.16.4.10.8, 12 LAMAT, 1 MOAN, 23 de noviembre del 755 d. C., 8 Juliano). La
Tabla de los Eclipses se recorre en 11960 días, cerca de 33 años, 405
lunaciones y es reciclable; ajusta con los eclipses lunares y solares, a partir
del año 166 d. C. y se puede repetir con porcentajes del 93%, los lunares 65.7%,
los solares, y podrían ser mayores los aciertos obtenidos durante 21 recorridos
de casi 33 años cada uno, hasta el año 854 d. C., es decir, 688 años y el
porcentaje de aciertos podría aumentar si los científicos contemporáneos
calcularan un aceleramiento de nuestro sistema solar evidente, según las
mediciones en época maya en comparación de las actuales, pues todos los
planetas fueron medidos fracciones cronológicas más lentos. Menos del 10%
fueron visibles en estas tierras, o sea que los conocieron por medio de
cálculos.
Tenemos inscripciones mayas, en
el Altar 1 del Naranjo Guatemala, que nos llevan a una fundación de un pueblo
en el año 16,117 a. C., 10 de febrero, fecha maya 6.0.7.1.10, 13 OK, 18 KANK’IN,
pero dicha cuenta tendría que haber comenzado con la fecha maya: 0.0.0.0.0, 4 AHAU, 18 KEH; Julio 30, 18490
a.C. (día 0 de la cuenta maya), la estela del Altar 1, Naranjo esta fechada el
año 16117 a.C. y después de 4 vueltas de 1,872,000 días, llegamos al día 0.0.0.0.0, 4 AHAU, 3 KANK’IN: 7 de Enero del
2013 d. C. 7,488,000 días, última fecha inscrita en piedra, en El
Tortuguero, Tabasco. Estas son las ERAS
MAYAS OSHLAHNIK’TE. Según
estelas existentes; más de 20,500 años de historia.
Entonces podemos sospechar que la cultura maya es una de las más antiguas
del mundo y que desarrolló una ciencia, astronómica, meteorológica, botánica, médica,
arquitectónica, artística, humanística, espiritual, con virtudes insospechadas.
Su sistema se basó en el método científico de la observación y codificación
escrita de los fenómenos; desarrolló un sistema basado en los números maestros
y fractales aplicados a los ciclos naturales y su relación cronológica que
actualmente es conocido como Calendario Maya y en el cual basaron su desarrollo
espiritual como una civilización muy inteligente.
Observaron la relación que existe
entre los fenómenos de las manchas solares y el viaje cíclico de los planetas y
comprendieron que la naturaleza planetaria, al igual que los fenómenos sociales
responde a los intercambios simbióticos de las energías de este sistema. Su
calendario no es tan solo terrestre, abarca la cronología de todo el sistema,
ya que contiene numerología solar zodiacal, Mercurial, tablas de ciclos de
Venus, de Marte, midieron su ciclo sinódico en 780 días terrestres y basado en
este, fue creada la tabla biorrítmica universal maya, que fue utilizada por
todas las culturas mesoamericanas, al dividirla entre 3 resulta el 260 del KUCH
K’INIL, que actualmente llaman Tzolkín, Tonalpohualli, etc., y que tiene
relación con el periodo de gestación humana; esta tabla es aprovechada para el
manejo consciente de los procesos energéticos y el desarrollo humano integral.
Júpiter, que recorre el camino zodiacal, saliendo del punto cero del cielo
maya, TSAB, el cascabel de la serpiente, las Pléyades, hasta regresar al mismo
sitio cada 12 años, pero los mayas ya percibían que cada vuelta, el Sol cambia
de polaridad, entonces la doble vuelta es el ciclo completo y 24 HAABS (8 x 3),
es la medida del AHAU K’ATUN y 13 de estos conforman un UUTS’ K’ATUN, o Rueda
Profética, medida con la cual escribieron su historia y sus pronósticos o
profecías.
Es evidente que personajes con
tal poder de observación y concreción matemática, no podían haber sido los
salvajes que nos quieren hacer creer que éramos, según los libros de texto
oficiales. Su filosofía es profunda e integra en todo momento al Ser Humano con
el movimiento del Cosmos. Su organización social también fue muy avanzada y
podríamos afirmar que aquí no existían muchos dioses, reyes, ni gobernantes
herederos de dinastías divinas, su gobierno emanaba de los consejos de sabios y
ancianos que tenían que mirar por gran cantidad de descendencia, los AHAU y
Tlatoanis eran solamente voceros; existía un sistema de trueque y de ofrendas,
no un comercio como el que conocemos ahora, de todo esto tenemos aún evidencias
en los pueblos originarios.
Sería una decisión inteligente
retomar todos estos avances prácticos y científicos para desarrollar una
cultura integral en los siglos por venir. Es una necesidad imperiosa el
reeducar a este pueblo retornando a nuestras raíces. Tenemos que crear la Nueva
Era 4 AHAU que significa conocimiento y sabiduría ancestral, de esencia; Haab
(veintena del mes): 3 Kank’in que significa de madurez, abundancia de ideas y
comprensión. En conclusión es: Sol del conocimiento.
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